EL PLAN PARA LAVAR US$ 6,000 MILLONES DE ORO SUCIO
¿El Estado como lavadora de
oro? Desde las sombras de la minería informal se trama un jaque mate con la
venta del oro sucio, que favorecerá a la minería ilegal. ¿El objetivo? Impedir
el rastreo de su origen, infiltrarlo en la legalidad e ingresarlo al mercado
financiero bajo la fachada de una fortuna limpia. Ayer expiró el plazo para que
la Confederación Nacional de Pequeña Minería y Minería Artesanal del Perú
(Confemin) entregue sus propuestas para la Ley MAPE a la Comisión de Energía y
Minas del Congreso de la República. Perú21 accedió en exclusiva al plan que,
bajo el sigilo de la conspiración, oculta su carta ganadora: blanquear los
US$6,000 millones que mueve ese sector al año a través de un mecanismo que ha
encendido sirenas de alerta en la minería formal. El esquema es simple y letal,
y lo que pretende es que el Banco de la Nación (BN) compre el oro ilegal sin
cuestionar su origen, lo que podría abrir socavones en el aparato estatal,
permitiendo que se camufle el mineral sucio, en muchos casos marcado por la
pólvora y el crimen. La idea se inspira en el modelo de operación del desaparecido
Banco Minero del Perú y también en el actual modelo boliviano en el que
cooperativistas venden a la estatal Epcoro el oro que queda resguardado en el
Banco Central de Bolivia (BCB). ¡Como si el pase de una mano a otra bastara
para eliminar la ilegalidad!. Como reveló Perú21 la semana pasada, los
dirigentes de Confemin tejieron su estrategia con la complicidad de asesores
del parlamentario Segundo Quiroz, del Bloque Magisterial, bancada aliada de la
que también forma parte el presidente de la Comisión de Energía y Minas, Paul
Gutiérrez. De prosperar la propuesta, toneladas del metal entrarían al sistema
financiero con el sello del Estado y la minerías ilegal e informal recibirían
un barniz de legalidad con el que intentarían cubrir que no son sino flagrantes
evasores de millonarios impuestos que bien podrían ser destinados a financiar
obras en salud, educación, transportes y seguridad ciudadana. ( Perú 21, Pág. 2 )
REINFO
PERMANENTE Y AMPLIAR UN AÑO EL USO DE EXPLOSIVOS
La directora ejecutiva de la
SNMPE, Angela Grossheim, dijo a Perú21 que la formalización de los mineros
informales "ya tiene más de 22 años" y no se ha conseguido.
"Vivir de manera permanente formalizando a un sector no es la solución.
Más aún cuando vemos que dentro de la informalidad muchas veces se encubren
actividades ilícitas", apuntó. Sobre ampliar en un año el uso de
explosivos, indicó que lo que se tiene que hacer es más bien regular la
adquisición de los mismos. ( Perú 21, Pág. 2 )
COMPRA DE ORO
SUCIO POR EL BANCO DE LA NACIÓN
El expresidente de la
Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) Carlos Gálvez sostuvo
que la propuesta busca abiertamente el lavado de los US$6,000 millones que
mueve la minería informal al año. "Están buscando lavar el dinero negro
proveniente de la actividad delictiva de la minería ilegal. El punto (para
ellos) es formalizar el origen del oro, no el final. El problema no es quién lo
compra, sino cuál es el origen. Si ellos formalizaran el origen, el Estado se
lo puede comprar sin problemas”. ( Perú 21, Pág. 2
)
SERVIDUMBRE
MINERA Y MINERÍA ANCESTRAL
El especialista en temas
mineros Iván Arenas señaló que las propuestas sobre servidumbre minera y
minería ancestral son, en resumen, "un plan A y un plan B" que tienen
los mineros informales para legalizar las invasiones y blindarse ante posibles
denuncias. "El problema es que en la propuesta de la minería ancestral no
dicen ancestral de qué, ¿de la fundación de la República?, ¿antes de que
llegaran los españoles? ¿Cómo se demuestra eso (de que ellos hacían minería
antes que el dueño de la concesión minera)?", concluyó. ( Perú 21, Pág. 3 )
CAJAMARCA
PODRÍA CONVERTIRSE EN LA PRIMERA REGIÓN PRODUCTORA DE COBRE
El valor de las
exportaciones de cobre en el Perú se redujo ligeramente en el 2024 (-0,1%) por
una caída en los volúmenes enviados (-3,4%), pese al aumento del precio (3,4%).
Aunque el país tiene gran potencial geológico, el Congo habría superado al Perú
como el segundo mayor productor mundial de cobre por segundo año consecutivo.
Para aprovechar la creciente demanda de este insumo clave en la transición
energética y la inteligencia artificial, es clave destrabar proyectos mineros.
A pesar de su desempeño reciente, el Perú tiene importantes atractivos para el
desarrollo minero. Por ejemplo, producir una libra de cobre costó US$1,1 en el
2019, 22% menos que en Chile y el Congo. Asimismo, el esquema tributario minero
es competitivo y progresivo. Por un lado, la carga fiscal promedio es de 42%,
por encima de Chile (38%) y China (37%), pero muy inferior a la del Congo
(71%). Además, según el U.S. Geological Survey, el Perú posee el 10,2% de las
reservas globales de cobre, solo detrás de Chile (19,4%). Resulta claro,
entonces, que el país tiene un enorme potencial: el IPE calcula que, si se
ejecutaran todos los proyectos de cobre actualmente en cartera, la producción
anual pasaría de 2,7 millones de toneladas métricas finas (TMF) a 4,6 millones.
Ello no solo nos permitiría regresar a ser el segundo productor de cobre del
mundo, sino que también convertiría a Cajamarca (869.000 TMF) en la mayor
región productora de cobre, contribuiría a revertir la tendencia decreciente en
la producción de Cusco, Apurímac y Arequipa, y expandir la de Moquegua y
Áncash. ( El Comercio, Pág. 18 )
COMBUSTIBLE DE
LA MINERÍA ILEGAL DEL ORO EN NANAY SE MUEVE SIN CONTROL
En el 2024, el Servicio
Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) registró que, en
la cuenta del Nanay (Maynas, Loreto), se incautaron más de 2.000 galones de
combustible (por lo menos 7.500 litros) cuyo destino final eran las llamadas
balsas dragas que los mineros ilegales usan para extraer oro, sobre todo en el
río Nanay, la principal fuente de agua de Iquitos. Sin embargo, una cantidad
mayor de combustible (diésel o gasolina) se sigue trasladando en embarcaciones
que navegan el Nanay y otros ríos. El combustible se camufla en botellas de
gaseosa o abiertamente en bidones o galoneras. Así lo corroboró un equipo de El
Comercio que viajó hasta la zona minera del río Nanay -como pasajeros de una
lancha grande- para verificar cómo se controlan los insumos usados por los
mineros ilegales del oro. ( El Comercio, Pág.4-5 )